El cuidado de la planta es muy sencillo. Se mantiene bien en temperaturas entre los 10 y 30 grados. Aunque la soporta, no necesita mucha luz solar y vive muy bien con luz artificial.
Al ser suculenta, almacena agua en sus hojas y tallos así como en el trubérculo bajo tierra. De esta forma, el riego se debe hacer espaciado y le sienta muy bien el dejar secarse la tierra entre riego y riego.
Su crecimiento es lento, pero por el gran volumen de sus raices necesita ser trasplantada cada dos años aproximadamente.
Este particular crecimiento 'desordenado', con tallos cortos y otros más largos y sin seguir un patrón concreto en su agrupación, hacen de ella una planta muy vistosa y decorativa.