Las Calas o Lirios de Agua son plantas perenes, de tipo herbáceas bastante habituales en Europa y especialnmente en España desde hace muchos años.
De origen sudafricano, es la flor nacional de Etiopía y una de las plantas más populares en Galicia pues su clima húmedo y no excesivamente soleado les proporciona un habitat perfecto para su desarrollo.
Aunque su género sea el de las Zantedeschias y la variedad más comun sea la Aethiopica por su relacción con Etiopía, todo el mundo la conoce como Cala, palabra de origen griego 'Kalós', cuyo significado es 'bonito'.
Su facilidad de cultivo tanto en interiores como al aire libre en zonas templadas y húmedas ha hecho de la Cala una planta muy popular.
Aunque la más conocida sea la de color blanco, existen numerosos colores que aportan vistosidad y frescura a cualquier entorno.
La variedad de Cala 'mini' es perfecta para macizos en jardines y decoración de interiores.
Sus hojas de color verde brillante e intenso y a menudo moteadas, tienen forma peciolada, ligeramente alargada y de aspecto basal.
Estas nacen de un tallo carnoso subterráneo que las soporta y del que parten sus raices bajo tierra para captar el agua.
Sus caracteristicas flores están formadas por un espádice amarillo de entre 4 y 15 cm que contiene las diminutas flores de ambos sexos. El espádice se encuentra rodeado de la espata o bráctea modificada, que la envuelve con su peculiar forma acampanada.
Cuando la flor comienza a madurar, el espádice se cubre de su polen blanquecino, y cuando ha terminado de polinizar, la flor empieza a marchitarse.
Como hemos dicho, el color más tradicional de la espata es el blanco, pero las hay de color amarillo intenso, toda la gama de morados, rosas, e incluso verdes.
El cuidado de la Cala es sencillo. Necesita luz abundante pero sin ser sol intenso por lo que se pueden situarse en zonas sombrías pero muy luminosas de los jardines o donde solo reciban el sol de la mañana.
En el interior se deben situar en las áreas más luminosas de la casa pero evitando el sol directo de manera continua.
Por su origen tropical y siempre cercanos a los ríos, necesitan riego abundante. La tierra debe estar siempre húmeda pero nunca encharcada pues sus raices podrían pudrirse. Pasado el periodo de floración necesitan mucha menos agua y puede espaciarse su riego hasta 10 o 15 días.
Le gusta el ambiente cálido/templado aunque soporta bastante bien el frío pero nunca el hielo.
Las Calas florecen en primavera, desde marzo hasta junio y debido a la facilidad de cultivo en interiores pueden florecer en otoño.
La vivacidad de sus flores, su porte y el frescor que evoca su aspecto hacen ser a las Calas unas plantas muy utilizadas en la decoración de interiores y en aquellos jardines con zonas de sombra.
Ahora están en plena floración!
Ven y elige el color que más te guste.
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