Seguro que si pensamos en flores, la primera que nos viene a la mente es la rosa.
La rosa es la flor del rosal, un arbusto de tallos espinosos formado por unas cien especies. Es nativo del hemisferio norte y mediante cientos de hibridaciones se ha multiplicado en variedad y está presente en prácticamente todo el mundo.
La rosa es una flor aromática, y morfológicamente completa pues posee todos los órganos de una flor, su caliz verde que le une al tallo, su corola formada por sus pétalos aterciopelados que rodean a sus estámbres y pistilo.
El cultivo de esta flor es antiquísimo, tanto como planta ornamental como por sus propiedades aromáticas y medicinales.
Su primer uso conocido como planta ornamental se remonta al siglo XVII a.C. en la isla de Creta, y todas las célebres culturas de la antiguedad, babilonios, egipcios, romanos, etc. la consideraban un símbolo de belleza.
Cabe destacar el extensivo uso que hicieron los romanos de las rosas, que ya decoraban sus casas con ellas, rellenaban colchones y cojines con sus pétalos, consagraron la flor a la diosa Venus y fueron los creadores en sus jardines de los Rosetum (rosaledas).
En Egipto, Cleopatra solo se bañaba si cientos de pétalos de rosas flotaban en el agua y llegó a recibir al general Marco Antonio en una sala cuyo suelo estaba alfombrado con los pétalos de miles de rosas frescas
Desde entonces la rosa ha estado presente en muchos símbolos populares, desde escudos y estandartes hasta significados religiosos y políticos.
A partir de 1867 comienza la hibridación de los rosales y de ahí la pasión por cultivarlas y perfeccionarlas hasta lograr muchos de los ejemplares de rosas que conocemos hoy en día.
Al ser una flor tan popular, la rosa ha sido objeto de muchas canciones y obras literarias, y es además un bonito nombre de mujer tanto en nuestro país como en el resto del mundo.
Las rosas no solo son habituales en la decoración de nuestro entorno sino que forman también parte de nuestra cultura y tradiciones. En Soria, la rosita sanjuanera tiene un significado especial para los sorianos que la asociamos a la temporada de calor y los días de fiesta.
Además las rosas siempre han sido uno de los regalos más apreciados pues tradicionalmente se asociaban sus colores con la expresión de un sentimiento, desde el rojo del amor, el rosa de admiración o el amarillo de los celos.
Para conservar las rosas en casa lo mejor es tenerlas siempre en agua fria y limpia.
Cortar un poco los tallos y cambiarles el agua a diario hará que puedan durar mucho tiempo y poder disfrutar así de su belleza y aroma.
Una rosa, es una rosa!
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